definição e significado de heraldo | sensagent.com


   Publicitade E▼


 » 
alemão búlgaro chinês croata dinamarquês eslovaco esloveno espanhol estoniano farsi finlandês francês grego hebraico hindi holandês húngaro indonésio inglês islandês italiano japonês korean letão língua árabe lituano malgaxe norueguês polonês português romeno russo sérvio sueco tailandês tcheco turco vietnamês
alemão búlgaro chinês croata dinamarquês eslovaco esloveno espanhol estoniano farsi finlandês francês grego hebraico hindi holandês húngaro indonésio inglês islandês italiano japonês korean letão língua árabe lituano malgaxe norueguês polonês português romeno russo sérvio sueco tailandês tcheco turco vietnamês

Definição e significado de heraldo

Definição

definição - Wikipedia

   Publicidade ▼

Sinónimos

Ver também

   Publicidade ▼

Locuções

Dicionario analógico




Wikipedia

Heraldo

                   

Un heraldo o, más correctamente, un heraldo de armas es un oficial de armas, el rango intermedio entre rey de armas y persevante. El título se aplica en ocasiones, erróneamente, a todos los oficiales de armas.

  Procesión de heraldos en el funeral de Isabel I de Inglaterra

Contenido

  Etimología

La etimología del nombre heraldo es bastante controvertida.

  • Unos dicen que viene del aleman herald que equivale a soldado veterano pues antiguamente este destino se daba o era una especie de recompensa o ascenso para los soldados o militares de muchos años de servicio, pues que el uso y la experiencia de los hechos de armas los hacia mas a propósito para el estudio de esta ciencia, que de ellos se llamó heráldica.
  • Otros quieren que se derive del latín heros, de donde suponen que el arte de los heraldos es la ciencia heroica.
  • Hay también algunos que opinan que el nombre heraldo equivale a señor, caballero armado, ec.

  Historia

Casi todos los pueblos civilizados tuvieron sus heraldos si bien con nombres diferentes pero cuyas funciones en lo general eran las mismas. Leemos en el Deuteronomío que la ley prohibia a los israelitas atacar una ciudad o un pueblo sin haberle antes ofrecido la paz lo que no podía hacerse sino por medio de una especie de heraldos.

  Edad Antigua

En toda la historia heroica, principalmente en la Ilíada, los oficiales llamados heraldos representaban un papel importante. Su carácter era sagrado y Homero los llama divinos, inviolables, grandes y admirables. El primer libro de la Ilíada nos ofrece una prueba indudable del respeto que se les tenía al leer el modo respetuoso con que Aquiles recibe a los heraldos que Agamenón envió para apoderarse de la joven Briseis.

Las funciones de los heraldos eran muchas. Podían entrar en las ciudades sitiadas o mezclarse en medio de los combates, sin que nadie se atreviese a herirles. Convocaban las asambleas de los jefes o generales, imponían silencio a la multitud antes que habláran los reyes para que se oyeran sus discursos y les presentaban el cetro antes que principiasen sus arengas. Los heraldos eran los que llevaban sus órdenes y muchas veces sus ejecutores, llamando a aquellos a quienes los príncipes deseaban ver o hablar. En el VIII libro de la Odisea un heraldo de Alcinoo está encargado de conducir a presencia del Rey al cantor divino Demodoco. Se confiaban asimismo a los heraldos misiones delicadas y acompañaban a los príncipes en circunstancias difíciles. Príamo yendo a encontrar a Aquíles, fue solo acompañado de un heraldo. Cuando Ulises envió dos de sus compañeros para tratar con los lestrigones, les hizo acompañar de un heraldo.

Estos oficiales estaban consagrados a Mercurio y encargados de publicar y de declarar la guerra o la paz proclamaciones que solían hacer en verso. Tomaban una parte en las ceremonias sagradas; mezclaban el vino y el agua en grandes cráteras para las libaciones solemnes que se hacían a la conclusión de los tratados; conducían a la víctima, la despedazaban y la repartían entre los asistentes. En el lib. XVII. de la Odisea un heraldo presenta a Telémaco carne y vino. Servían estos a los príncipes en la mesa y les prestaban además otros servicios personales. Los heraldos de Homero llevaban en la mano un largo cetro; otras veces se figuran con un caduceo en la mano, símbolo de sus funciones por cuya razón los romanos los llamaban caduccatores. Etalidas, heraldo de los Argonautas, llevaba un caduceo cuando se dirigió a las mujeres de Lemnos.

Los griegos daban el nombre de kerykes a los heraldos. Sobre una hermosa medalla de Crotona publicada por Eckhel se ve un keryx vestido con una larga túnica como un sacerdote y teniendo en la mano un caduceo y una pátera, con la derecha extendida: actitud que tomaban los heraldos y los emperadores cuando querían anunciar al pueblo la paz y la seguridad.

Los griegos por mucho tiempo conservaron el uso de los heraldos. Los había asimismo en los juegos olímpicos, los cuales se servían de la tuba o trompeta para la promulgación de los juegos, de los tratados y de los sacrificios. Mas adelante solo se valían de la voz, escogiendo los que la tenían mas sonora y fuerte porque tenían que proclamar las leyes de los juegos atléticos, los nombres de los combatientes, los de los vencedores y en general, todas las órdenes de los jueces de los juegos.

  Edad Media

  Heraldo de Nassau-Vinden, s. XV

Los heraldos hacían un papel importante en la Edad Media. Éstos y los persevantes o prosevantes, oficiales inferiores a los heraldos, formaban en Francia una especie de colegio, el cual tenía sus estatutos. El jefe de él se llamaba rey de armas y para pertenecer al mismo se exigían pruebas de nobleza y un conocimiento exacto y profundo de la ciencia del blasón de la que eran examinados. Esta ciencia se llamaba ciencia heráldica, palabra derivada de heraldo porque una de las primeras obligaciones de estos oficiales era componer y arreglar las armas a los nuevamente creados nobles.

Estaban especialmente encargados de declarar la guerra y los desafíos. Los soberanos a los cuales se enviaban, los solían recibir con cierto aparato. Una declaración de guerra a fuego y a sangre se hacía algunas veces por dos heraldos, uno de los cuales llevaba una espada teñida de sangre y otro una tea o hacha encendida. Los oficiales de armas o heraldos debían hallarse en el campo de batalla en los dias de alguna acción y desde un lugar elevado observar que caballeros se distinguían mas para después del combate dar parte al general y redactar en seguida memorias exactas de todo lo que había pasado. Ellos eran también los que tocaban retirada o hacían cesar la acción gritando hola de parte del rey o del general. Eran asimismo los que distribuían las recompensas militares y los que repartían entre los vencedores los despojos de los vencidos.

  Heraldo, 1703

Por conducto de los heraldos se reclamaban los prisioneros y después que una plaza había capitulado marchaban delante del gobernador de la ciudad rendida. La publicación de la paz se hacia también por los heraldos. Para esta ceremonia antiguamente se presentaban coronados de guirnaldas de olivo llevando al mismo tiempo una rama de él en la mano. La ciudad en que esta se hacía les pagaba una moneda. Convocaban asimismo las cortes o estados generales y en estas asambleas cuidaban de mantener el buen orden haciendo el oficio de ujieres. Asistían a la consagración y coronación de los reyes y al bautismo y desposorio de los infantes. Ellos eran también los que anunciaban al pueblo la muerte de los reyes y todo el tiempo en que el cadáver real permanecía en el lecho de parada le hacían la guardia noche y día presentando mientras tanto el agua bendita a los grandes que iban a hacer un aspersorio al difunto. En las ceremonias fúnebres de los reyes asistian vestidos con un traje de luto, y eran los que encerraban en la tumba el cetro, la mano de justicia y demas distintivos de honor.

Presidían siempre los torneos, las justas, los carruseles y los otros ejercicios militares, siendo ellos los encargados de disponer todos los preparativos. Se les enviaba a los países exstrangeros para anunciarlos e invitar a los caballeros y escuderos a asistir a ellos. A la abertura de esta especie de juegos proclamaban los nombres, los blasones y las libreas de los combatientes; despues les señalaban el lugar que habían de ocupar teniendo gran cuidado de partir con exactitud el sol, es decir, que favoreciese igualmente a los unos que a los otros. Juzgaban del valor de cada combatiente y señalaban el premio que consideraban había ganado. En ciertas ocasiones todo lo que caía en tierra dentro de la liza, hasta los mismos caballos, les pertenecía. Cuando no podían aclararse ciertas disputas o determinarse ciertas diferencias o querellas, las viudas y los huérfanos podían reclamarlos como mediadores y en este caso, a mas de la tubsistencia, gozaban de un sueldo establecido.

El que deseaba ser recibido caballero debía hacer verificar por ellos su genealogía. Cada recepcion valia a los oficiales de armas una determinada retribución. Los heraldos eran los superintendentes de las armas o distintivos de nobleza; castigaban a los nobles que no se portaban como correspondia á su clase degradándoles; se les franqueaban todos los archivos para ecsaminar las ascendencias de las familias v arreglar sus genealogías, &c.

  Indumentaria

El traje o cota de armas de los heraldos solía ser a manera de dalmática, con las mangas cortas, teniendo delante y atrás las armas del príncipe o pueblo que representaban bordadas o en relieve.

  Referencias

Diccionario histórico enciclopédico, 1830

  Véase también

   
               

 

todas as traduções do heraldo


Conteùdo de sensagent

  • definição
  • sinónimos
  • antónimos
  • enciclopédia

 

4760 visitantes em linha

calculado em 0,031s